Ese arrebato de
inspiración, dulce magia que invade la mente, generando visiones de un ser, en
un principio amorfo y que luego cobra identidad, cuando impulsado por aquella
magia el cuerpo se conduce sin cuestionar dando vida a aquello que ha visto.
A esta magia se
le ha dado nombres varios, creatividad, inspiración, musas, lo cierto es que esta
magia tiene un poder increíble. Sino pregúntenle a Mariano Romero, un joven
escritor de 23 años que vivió esta magia de una forma muy especial.
Insomne, se sentó
al borde de su cama, su mirada desenfocada se dirigía a algún punto entre la
puerta y la pared, cerca del armario que lucía sus puertas cerradas. Si mirara
a la derecha, vería su pequeño escritorio, aunque poco le importaba, no estaría
el escritorio más limpio que su mente.
Una voz lejana,
casi imperceptiblemente tenue pronunció su nombre, le pareció reconocerla, pero
no podía estar seguro. Tres minutos después volvió a oírla.
-Mariano-
Esta vez estaba lo suficientemente seguro como para arriesgar
una identificación.
-¿Lucía?-
La voz no volvió a oírse, pero el estaba seguro, y más seguro
cada vez que lo pensaba.
-Lucía…-
Una tranquilidad
lo invadió, ahora podría dormir en paz. corrió sus cobijas y acostándose debajo,
pensó que esa voz era todo lo que necesitaba Escuchar. Cerraba los ojos cuando las
cortinas de su ventana comenzaron a moverse, una fría brisa entraba por la hoja
abierta de la ventana, tenía que levantarse a cerrarla, pero apenas tocó la
madera.
-Mariano…-
Lucía, tan tenue
como antes, parecía provenir de algún punto en dirección al patio de su casa,
por sobre la piscina y el verde de las plantas, más allá de las campanas de
viento que colgaban de un árbol hacia el fondo del patio. Era tan dulce su voz,
parecía una súplica, Mariano se detuvo, no cerraría esa ventana.
Nuevamente se
sentó en su cama, esta vez pensando por qué escuchaba la voz de Lucía otra vez.
Sintió una corriente cálida que le recorría la espalda, lenta, agradable,
confortable. No dio en cuestionarse, con la tranquilidad de quien se conoce a
sí mismo, fue de su cama al escritorio, y sacando del estante de abajo un
cuaderno con una mano, con la otra sacaba de su cajón un bolígrafo. Luego
escribió sin mucho pensar.
Alma errante
Dejo en estos versos
los retazos de
recuerdo
que en esta noche me
traes
dulce alma errante de
mis fantasías
ni mi mente, ni mis
manos
ni mi cuerpo entero
olvidarán
que hoy he escuchado
tu voz
mi dulce Lucía.
Tan etérea, tan
presente
no te he visto
pero existes
no te he tocado
pero te siento
no sé como eres
pero sé quién eres.
mi dulce Lucía.
Luego de escribir
leyó su poema, palabra a palabra, disfrutaba y sentía cada verso, cada sílaba,
cada letra de cada palabra. Era su obra, allí frente a él. Esa suave calidez en
la espalda lo ganaba otra vez, cerró los ojos para disfrutarla mejor, quería concentrarse
en la sensación, pero obtuvo más que eso.
Frente a él, el rostro de una joven de
estatura media, cabello lacio de color castaño, sus ojos verdes lo miraban con
ternura, su boca le regalaba una blanca sonrisa. Lucía, pensó. Ojalá nunca más
tuviera que abrir los ojos.
qué lindo relato Gabriel. gracias por compartirme tu blog. me gusta la idea de escribir una realidad, de fijarla, no? como dice Piglia. bien hecho.
ResponderBorrarbeso!
flavia
un poco (así como muy de lejos, muy de pasada) me trae aires de el poema El cuervo, de Poe. no dejes de leerlo, si podés mejor en inglés.
Gracias Flavia, me alegra que te guste, voy a buscar ese poema así lo leo, a ver a que vino el comentario.
BorrarHermoso!
ResponderBorrarGracias Gastón.
BorrarLucía... Todo en este cuento me lleva a vos. Cuando lo leí me transmitió una sensación cálida y familiar, me atrapó de principio a fin. Si hubiera sido más largo seguramente me pasaba lo mismo.
ResponderBorrarMe pareció muy dulce, gracias por dejarme compartir la magia de tus historias con vos.
Que tierno comentario... gracias... me alegra que te guste.
Borrarhttp://www.heise.de/ix/raven/Literature/Lore/TheRaven.html
ResponderBorrarhttp://www.literatura.us/idiomas/eap_cuervo.html
Ya lo leí, ahora veo por qué mi cuento te recuerda a ese poema.
BorrarPASE EL LINK DEL BLOG A MI FACE! Y NUEVAMENTE FELIZ DÍA AMAIGUITO!
ResponderBorrarGracias otra vez, y gracias por el favor.
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